El miedo te ha protegido hasta ahora de lo que TÚ has creído que es peligroso para ti.
El miedo te ha guardado de relaciones por creer que son dolorosas y puedes ser herido; de poner en marcha una idea por creer que puedes fracasar o no eres capaz de cumplir con tus responsabilidades; de lanzarte a lo desconocido por creer que vas a perderte; de salir de una situación por que crees que no tendrás otra oportunidad; de hacer mucho dinero porque crees que no sabrás manejarlo o perderás amistades; de soltar a una persona porque crees que siempre causas daño a otros con tus decisiones.
Pero el miedo no es la causa. El miedo es una consecuencia, un efecto. La causa es la creencia, un pensamiento o percepción de la realidad que se ha internalizado en ti, en tu mente subconsciente. El miedo es la emoción que sientes para que te cuides de algo, de eso que tu crees en tu mente que puede hacerte daño o es malo para ti.
Las emociones son nuestros guías. No tenemos que luchar contra el miedo. Lo que debemos es observar lo que nos muestra. Nos muestra una creencia. Un pensamiento programado al cual reaccionamos casi en automático y por impulso.
Cuando sientas miedo pregúntate ¿Cuál es la creencia que tengo respecto a esto? Lo que estés enfrentando, observa, analiza, estúdialo para que detectes qué es lo que está activando el miedo en ti.
Tus creencias están controlando tu vida. ¡Atrévete a retarlas!
Las creencias se forman a raíz de experiencias y de lo que hayamos aprendido de nuestro entorno. Y prácticamente determinan nuestra calidad de vida. Nos limitamos, nos comportamos, tomamos decisiones todo en base a nuestras creencias, a menos que decidamos retarlas.
Si de pequeño tus padres te enseñaron que no podías salir a jugar cuando llueve porque te enfermas, posiblemente aun lo pienses dos veces para mojarte bajo la lluvia. (¡Y tan rico que es! 😀)
¿Imaginas que puedes estar huyendo del éxito por que tienes miedo a perderlo todo una vez llegues ahí? ¿O que sigas en una relación tóxica o mediocre, donde no eres feliz, porque tienes la creencia de que no encontrarás otra persona para ti y te quedarás solo? ¿O tienes tanto miedo de hacer daño a otros o hacerlos sentir mal, que prefieres callar o aceptar cosas que no deseas, por tener la creencia de que estás siendo egoísta si buscas tu propia felicidad?
El miedo no es "malo". No es nuestro enemigo. Es tu guía y tu "protector". Eres tú quien le indica de qué te debe proteger. 😉 Analiza cuáles órdenes le estás dando. De qué le has pedido que te proteja. 🤔 Agradécele por "servirte" y mostrarte que hay guardado en tu subconsciente que puedes mejorar; y suéltalo. Suelta el miedo, con amor. Date paso ahora a cosas nuevas. Instalando nuevas creencias. Aquellas que apoyen tus sueños, tu propósito de vida y tu felicidad.
¡Éxito siempre!
Tu amiga y coach,
Idáliz 🌻🦋
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