Nuestras palabras son como un sello. O afirman lo que queremos manifestar o lo cancelan. No solo eso, también nos muestran cuáles son nuestras creencias.
Esta es una de las más grandes lecciones relacionadas con manifestar y la ley de atracción, pero también una de las más antiguas. La misma Biblia nos dice que en la "lengua esta la vida y la muerte" y que con ella "atamos y desatamos". Pero a mí me parece que todavía hoy día, con todo y lo que se habla del tema, aun no hemos entendido esta poderosa ley universal; en la lengua literalmente hay vida o hay muerte.
Las palabras están vivas. Hay un refrán por ahí que escuchamos desde pequeños que es totalmente falso y que nosotras lo escuchamos y aceptamos como verdad: "las palabras se las lleva el viento". ¡Nada más lejos de la verdad! La verdad es que las palabras "no vuelven atrás vacías". Vamos a analizarlo ahora.
Todo es energía. Tus pensamientos, tus emociones y también tus palabras son energía. Y como ya sabes, la energía atrae energía similar. Palabras de derrota solo traen derrota.
Lo que proferimos con nuestra boca es un sello de lo que pensamos y sentimos.
O sea, con tus palabras confirmas o cancelas lo que estas pidiendo. Lo que sale de tu boca es lo que realmente guardas y crees en tu corazón.
Por eso, digamos que estás pidiendo abundancia, pero cuando hablas solo hablas escases, entonces en tu corazón no estás convencida de que seas abundante, sigues pensando en escases y por tanto es lo único que puede salir de tu boca especialmente cuando lo haces inconscientemente.
Y esto no se queda ahí. Una de las maneras más efectivas de reprogramar nuestra mente es con las palabras. Por eso practicamos afirmaciones y decretos. Es lo que enseña la programación neurolingüística. Cuando hablamos repetidamente una cosa, nuestras neuronas conectan y se refuerza un patrón mental que se convierte en aprendizaje y nuestra forma de ver o entender la vida.
Si respetamos el poder de las palabras como lo que son, un sello, entonces tendríamos más cuidado de solo proferir palabras de poder que confirmen y sellen aquellas cosas que deseamos y estamos tratando de atraer a nuestras vidas. Si por el contrario, con nuestras palabras contradecimos lo que pedimos y buscamos, entonces no nos moveremos de lugar y no alcanzaremos lo que deseamos. Y si no estamos consciente de este poder entonces ni siquiera sabremos porque no hemos logrado atraer nuestros deseos.
Habla con poder y autoridad en todo momento. Piensa que cuando hablas estás asintiendo, firmando tu pacto con el universo.
Tus palabras son escuchadas y las huestes celestiales se movilizan a ejecutar lo que tu ordenes. Se te ha dado esa autoridad para que cuando tu declares LAS COSAS SUCEDAN. No tomes ese poder en vano. Es uno de los poderes más grandes y más subestimados por el ser humano.
No importa lo que esté pasando en tu vida en determinado momento, jamás dejes que tus palabras declaren derrota. Declara y confirma VICTORIA en todo momento, con la misma autoridad que tienes cuando las cosas van bien y pronto verás esa victoria materializarse en tu vida.
Tu amiga y coach,
Idáliz
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